lunes, 10 de noviembre de 2008

Winchester 73


Si yo fuera profesor en alguna de esas esotéricas academias cinematográficas incluiría en el temario el visionado de esta película. Toda ella es un alarde de economía narrativa tanto en su escritura como en su realización: necesitan tan sólo una escena para describir a uno o dos personajes, en ocasiones, basta con un plano. Para bien o para mal el cine americano abandonó esos derroteros, ha muitos anos.
Además la película cuenta con unas de las mejores noches americanas que yo haya visto y con Shelley Winters y John McIntire.

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